Para ello, es esencial que los marcos legislativos y regulatorios garanticen seguridad jurídica, reglas claras y un entorno propicio para la inversión, tanto nacional como extranjera directa. Asimismo, deben fomentar la libertad de mercado, el emprendimiento y la movilidad de los factores de producción y del capital, con el objetivo de crear oportunidades equitativas para todos los sectores de la sociedad.

El papel de los parlamentos es clave para asegurar la estabilidad democrática y económica, promoviendo reformas que estimulen el crecimiento sostenido, la productividad, la innovación y la creación de empleo digno. Este eje temático analizará cómo las políticas públicas y las decisiones legislativas pueden contribuir al fortalecimiento del clima de inversión, la mejora de la competitividad y la promoción de una inclusión económica real y efectiva.

Además, se enfatizará la importancia de garantizar un marco institucional que respalde el equilibrio de poderes, la transparencia y la rendición de cuentas, como bases indispensables para un crecimiento económico duradero y una democracia sólida.